Desarrollo inicial y formación de valores.
En esta etapa sembramos las bases del respeto, la coordinación, la concentración y la confianza. Los más pequeños descubren el amor por el deporte mientras fortalecen cuerpo y mente.
Primeros pasos en el camino marcial.
Los alumnos aprenden las técnicas básicas del taekwondo, incorporan hábitos saludables y comienzan a fijarse metas personales y deportivas.
Perfeccionamiento técnico y enfoque competitivo.
En esta fase se refina la técnica, se fortalece la condición física y se fomenta el espíritu competitivo, preparando al atleta para enfrentar torneos y pruebas de alto nivel.
Excelencia deportiva y liderazgo.
Nuestros atletas alcanzan el nivel óptimo competitivo requerido por las mejores universidades del país para acceder a becas deportivas. Gracias a nuestros programas de alto rendimiento, desarrollan no solo su máximo potencial físico, sino también académico y humano.